NARRACION

LA BRUJA MANIA MUCAMA

Desde hace mucho tiempo existía una vereda, donde sus habitantes se vestían de BLANCO y lucían un ANILLO en su mano derecha, en esta vereda solo se sembraban ÁRBOLES que daban como fruto una dulce MANZANA, la cual era la única fuente de COMIDA que tenían.

En mitad del pueblo vivía una BRUJA llamada Manía; ella era GORDA de CABELLO riso e irradiaba TERNURA, trabajaba en el CASTILLO del REY tendiendo CAMAS, y su mayor TENTACIÓN era acostarse en la mas grande y cómoda, la del rey; que había costado mucho DINERO, pues ella en su CASA tan solo tenia un colchón en el piso y unas cuantas telas.

Un día llego la BRUJA como siempre a tender la CAMA del REY, pero como la noche anterior había ido a PISCINA con sus amigos y habían trasnochado demasiado, Manía tenia mucho sueño y de un momento a otro, cayo rendida sobre ella, con tan mal ÉXITO que con su peso la destruyo y quedo pedacitos la cama construida en madera y bordes de oro, muy asustada Manía se levanto y no sabia como decirle la VERDAD a su REY, Manía caminaba de lado a lado muy preocupada, pues él con tanta RIQUEZA podría comprar una nueva y hermosa cama, pero ella podría perder su TRABAJO, que era lo único que tenia, así que pensó y pensó como se lo iba a decir, así que tomo una HOJA y un LAPIZ, y empezó a relatar lo sucedido.

Querido y estimado REY:

En este escrito voy a contarle lo sucedido en el día de hoy.

Al tender su CAMA he desmayado sobre ella por sus calidas plumas y su delicado colchón, pero como ve, soy demasiado pesada y una CAMA tan fina no esta diseñada para mi, la he roto completita… trate de pegarla con colbon, pero no funciono. Yo se que esto es para que me despida, y aun así tan solo quiero decirle la VERDAD.

Fue un placer haber trabajado para usted y haber estado en este castillo me hizo sentir especial.

Puede descontarme la cama de mi sueldo y si me sobra alguito me avisa.

Le agradezco la oportunidad, se despide.

Manía

MUCAMA.

El REY subió a su cuarto por que quería DIVERTIRSE un poco en su COMPUTADOR , cuando entro allí, vio su cama en el suelo y a la pobre Manía Mucama llorando y escribiendo una nota, ella alza su mirada y se la entrega, él la lee y se hecha a reír y le dice:

- No te preocupes, esa CAMA ya estaba para un cambio, anda, párate, vamos a jugar BALÓN al patio trasero para que olvides lo sucedido.

Y así lo hicieron y jugaron toda la tarde hasta caer el sol, Y Manía la mucama siguió en su labor.

FIN.